Increíble! Personal súper atento, ambiente acogedor, vistas espectaculares!

Este lugar me va perfecto y tiene todo lo que necesito, wi-fi, aparcamiento gratis, bar y una tele plana. Recuerdo que el personal me ayudó a encontrar un pendiente perdido en mi primera estancia. ¡La amabilidad de la dueña es excepcional! Sin duda, vuelvo para Año Nuevo.

Tuve una estancia tranquila con vistas agradables desde la terraza. Cuando salí a pasear al atardecer, sentí la conexión con la naturaleza que buscaba. La amabilidad de la dueña hizo que me sintiera como en casa. La ubicación, aunque sencilla, tiene su encanto. Volvería seguro.

La habitación era pequeña y tuvo falta de ventilación, lo que no fue cómodo. Además, el desayuno empezaba tarde, lo que dificultó empezar el día a tiempo.

La ubicación es ideal para disfrutar de la

naturaleza y de la tranquilidad que se respira en el entorno. La dueña es muy amable y hace sentir muy cómodo a los huéspedes. Sin embargo, el camino para llegar es un poco complicado y las habitaciones son algo pequeñas.

edificio nuevo, finca cuidada, gran terraza

La habitación en la buhardilla era incómoda por el calor acumulado y el espacio reducido. Además, el GPS no ayuda en la llegada, y la falta de aire acondicionado se nota bastante. ¡Un frigorífico sería un buen añadido!!!

un lugar ideal para explorar atracciones cercanas y parques hermosos

me encantó que el hotel está a menos de 5 minutos a pie del Centro de Interpretación do Castro de Neixon y que también puedes disfrutar de la Playa Tanxil a solo 3.5 km, perfecta para dar un paseo y admirar las vistas al mar.

Tuvimos una estancia tranquila en un entorno precioso, con una finca bien cuidada. El desayuno buffet incluía bizcochos caseros muy ricos. Sin embargo, la habitación era algo pequeña y echamos en falta un frigorífico. La llegada fue complicada debido a las calles estrechas.

Recomendado para quienes buscan tranquilidad

La dueña es muy amable, te hace sentir como en casa desde el primer momento, y el desayuno bufet tiene bizcochos caseros que son una delicia. Además, las vistas desde la terraza son espectaculares, y aunque la habitación era un poco pequeña, la experiencia general fue más que positiva.

No fue barato, pero aún así, fue aceptable.

El paisaje es tranquilo, con una finca cuidada y frutales que dan un buen ambiente. La habitación contaba con una terraza amplia que podría haber sido ideal para disfrutar si nos quedábamos más de una noche.

Tuvimos dificultad al llegar, ya que las calles son muy estrechas, lo que puede hacer que la llegada sea estresante. Además, la habitación era calurosa en verano y carecía de aire acondicionado, mientras que la iluminación al encender las luces no era suficiente. Aprecié el desayuno que empezaba a las 9, pero me pareció que no ofrecía variedad, aunque el bizcocho era comestible. La cama era cómoda, pero los muelles hacían que al moverse, se sintiera incómodo.

La estancia con amigos fue genial. Disfrutamos del entorno y de la tranquilidad. Podéis visitar el castro y la Playa Tanxil, que están muy cerca. La habitación era cómoda y acogedora. El desayuno incluía fruta y bizcochos caseros, todo muy rico. Marisa, la dueña, fue súper atenta y nos hizo sentir como en casa. La ubicación es perfecta para relajarse y escapar del bullicio de la ciudad.

La llegada fue complicada, ya que el GPS nos envió por calles muy estrechas, lo que hizo que tardáramos un buen rato en llegar. Además, la habitación no tenía aire acondicionado, lo que la hizo un poco incómoda en verano.

Estuve en el Rural Neixon y disfruté de un desayuno bufet delicioso con bizcochos caseros. Las vistas desde la habitación eran impresionantes, especialmente al amanecer. Sin embargo, la llegada fue complicada por calles estrechas, y un pequeño frigorífico en la habitación sería un gran añadido.

El hotel Rural Neixon tiene un entorno muy tranquilo que me encantó. Las vistas desde la habitación eran al castro, y vi la salida del sol, una experiencia increíble. La habitación era espaciosa, lo que me permitió disfrutar de una salita con sofá. Todo estaba limpio, y el desayuno bufet tenía buena variedad, incluso opciones para celíacos, lo cual valoro bastante. Sin embargo, las calles para llegar al alojamiento son muy estrechas, lo que complicó un poco la llegada. La televisión de la habitación era pequeña y no era smart TV, algo que me pareció un poco anticuado. Además, la cama era cómoda pero de muelles, y al moverse uno, se movía todo, lo que resultó incómodo. El baño estaba limpio, pero la ducha definitivamente necesita una reforma, y el agua caliente tardó en llegar.